martes, 10 de diciembre de 2013

LOS FISCALIZADORES DE LA IZQUIERDA


La palabra fiscalizar significa; además de inspeccionar las cuentas y actividades de los contribuyentes para ver si pagan correctamente los impuestos al Estado;  criticar y denunciar las acciones u obras de otros.

Actualmente en este momento histórico donde la indignación corre por todos los rincones de este país, aparecen los fiscalizadores de la izquierda, estos son:
“Personas llamadas de izquierdas que su única y exclusiva actividad es criticar y denunciar las acciones u obras de otras personas que día a día y de la forma que sea se dejan el pellejo para cambiar la situación que les rodea”.
  
Cuando digo “de la forma que sea” me refiero a todas las personas que luchan desde cualquier espacio para acabar con esta realidad que actualmente estamos viviendo: en movimientos sociales, partidos de izquierdas, sindicatos etc…

Los fiscalizadores de la izquierda son los individuos que se dedican a controlar, criticar y denunciar las acciones u obras de otros.

La fiscalidad de la izquierda es un vínculo político que relaciona a un individuo  con la izquierda. Es una relación de naturaleza personal en cuanto se adquiere y se mantiene con independencia de la permanencia en el terreno donde esa persona haya luchado (se permiten incluso no haber luchado nunca) y tal figura de fiscalizador de la izquierda es atribuible por los propios fiscales soberanos e intelectuales de dicho gremio.

De todo ello se sigue que se pertenece al consejo general de fiscalizadores de la izquierda porque se es obrero en el intelecto y por lo tanto pertenecientes a una comunidad desorganizada y que grita mucho.

El hecho de ser fiscalizador de la izquierda influye en la capacidad del sujeto según sus normas y reglas  de obtener derechos y deberes más allá de lo que decidan los sectores organizados de forma unitaria.

Ejemplo:

- Trabajador: ¿Qué tal fiscalizador de la izquierda? No te he visto de piquete en la Huelga General. 
- Fiscalizador de la izquierda: ¿No te has enterado trabajador?
- Trabajador: No, no me he enterado. ¿De qué?

- Fiscalizador de la izquierda: Pues no entiendo nada, mira que lo dije por el Facebook bien clarito. No he podido asistir a la huelga convocada por los trabajadores porque tenía  una comisión de fiscalizadores de obreros. Ya te pasaremos las conclusiones.


Ser fiscalizador de la izquierda puede adquirirse por varios motivos:

A) Por su lugar de actuación:

Deben actuar fundamentalmente en varios espacios:

-  Desde las redes sociales,  más bien desde sus casas  con una taza de té caliente sentados en su escritorio al volver del trabajo.

-  Desde grandes y espectaculares tertulias en TV o cafés situados en algún casco histórico.

B) Por su origen:

 En un momento de su vida  formaron parte de una organización política de izquierdas, sus discrepancias con las decisiones de la mayoría les obligan a no participar. A partir de aquí las organizaciones políticas de izquierdas se minimizan para ellos como espacios antidemocráticos donde no pueden realizar su actividad política. A partir de este momento, tan democrático, el fiscalizador de la izquierda se autodesigna como mártir de alguna dirección política o alguna asamblea:

Ejemplo:

- Militante: Fiscalizador de la izquierda debemos de canalizar la fuerza y la unidad. Necesitamos que vuelvas para aglutinar fuerzas.

- Fiscalizador de la izquierda: Yo ya estuve allí, no puedo participar de una organización anti-democrática que se doblega a lo que dice la dirección política.

- Militante: Señor fiscalizador aquella decisión la tomamos entre todas y todos.

- Fiscalizador de la izquierda: No, estás manipulando la situación. Yo la voté en contra.


C) Por su raza:

El fiscalizador de la izquierda adquiere un estado de raza pura. El fiscalizador de la izquierda es fuerte ideológicamente y plasma cualquier cita o libro que lee a la realidad concreta sin medir la correlación de fuerzas actual ni el momento histórico. Si observa en alguien algo que se separa de lo estrictamente teórico lo tacha de amarillo o directamente de  traidor. 

Ejemplo:

- Vecino: Señor fiscalizador hemos tenido una asamblea en la asociación de vecinos. Hemos acordado unirnos al Barrio-Norte de la ciudad para presionar al Ayuntamiento para que nos arreglen el parque infantil.

- Fiscalizador de la izquierda: ¿Cómo? ¿Con el Barrio-Norte? ¿Cómo se os ocurre?

- Vecino: Hemos pensado que de esa manera ejerceremos más presión al Ayuntamiento y conseguiremos el objetivo.

-Fiscalizador de la izquierda: No lo entiendo, el barrio Norte es una zona burguesa, pactaron con el gobierno local renegar del carril bici por la sede social.

- Vecino: Si, pero nos garantiza el objetivo.

- Fiscalizador de la izquierda: Lenin decía que “todo lo que sea rebajar la ideología socialista, todo lo que sea separarse de ella significa fortalecer la ideología burguesa”.

- Vecino: Si, pero nos van hacer el parque infantil, esa conquista nos llevará a otra.

- Fiscalizador de la izquierda: El fin no justifica los medios. Traidores.

D) Por su falta de intervención política:

El fiscalizador de la izquierda sólo controla, manifiesta públicamente bonitos discursos(a veces de tan sólo 140 caracteres) sin intervenir en la realidad. Para el fiscalizador de la izquierda cualquier espacio de intervención no le es válido. Siempre se excusan detrás de la unidad.

Ejemplo: “Yo no pienso intervenir hasta que la izquierda esté totalmente unida”.

E) Por su falta de  percepción histórica:

El fiscalizador de la izquierda tiene la capacidad de establecer la pureza poniendo como referencia fechas históricas significativas obviando todo lo acontecido anteriormente. Para el fiscalizador todo viene caído del cielo o/a espera de que nazca un líder que implante una medida determinada. Nunca analiza las fechas significativas como procesos de acumulación y de construcción desarrollados históricamente.

Ejemplo: “Yo no intervengo porque la izquierda en España no es capaz de unirse. Mirad en Venezuela, llegó Chávez y cambió la constitución”.

F) Por falta de contradicciones:

El fiscalizador de izquierdas nunca tiene contradicciones, su análisis son exactos en lo táctico y en lo estratégico. Si el militante de calle o activista social tiene algún tipo de contradicción es que no supo interpretar de alguna manera el ¿Qué hacer? de Lenin.

G) Por su falta de necesidad de construir alianzas:

Para un fiscalizador de la izquierda no existen alianzas, el fiscalizador obvia las diferencias entre grupos, colectivos o partidos políticos que ostenten estrategias diferentes o movimientos tácticos distintos. Si reafirman la capacidad de alianzas manifiestan el derecho a la diferencia y eso les hace romper con su pureza proletaria. 

Para estos  la fiscalidad es  un estado que se gana, que se conquista a través de la raza, de la pureza ideológica.

Al final estos personajes suelen fiscalizar y además permitirse el lujo de ostentar un minuto de gloria al acabar una reflexión docente en la que en un periodo de cinco minutos dejan por los suelos el trabajo realizado por otras personas a lo largo de su vida luchando contra la injusticia.

Yo prefiero ser de los que se equivocan, de los que tenemos contradicciones, del grupo que introduce los pies en el barro, los que se manchan, la gente del día a día. Los que no tienen máscaras y se dejan el tiempo e incluso la vida en buscar salidas colectivas a las situaciones de injusticia.

         En definitiva, prefiero ser de los que no me enfado porque Raúl Castro salude a Obama en el entierro de Madiba, si algo está claro después de tantos siglos de lucha es que lo cortés nunca quita lo valiente.

“Procurad, sin embargo, los que vais para políticos, que vuestra máscara, sea, en lo posible, obra vuestra, hacéosla vosotros mismos, para evitar que os la pongan- que os la impongan-vuestros enemigos o vuestros correligionarios; y no la hagáis tan rígida, tan imporosa e impermeable que os sofoque el rostro, porque más tarde o más temprano, hay que dar la cara”. (Antonio Machado).