La palabra fiscalizar
significa; además de inspeccionar las cuentas y actividades de los
contribuyentes para ver si pagan correctamente los impuestos al Estado; criticar y denunciar las acciones u obras de
otros.
Actualmente en este
momento histórico donde la indignación corre por todos los rincones de este país,
aparecen los fiscalizadores de la izquierda, estos son:
“Personas
llamadas de izquierdas que su única y exclusiva actividad es criticar y
denunciar las acciones u obras de otras personas que día a día y de la forma que sea se dejan el pellejo
para cambiar la situación que les rodea”.
Cuando digo “de
la forma que sea” me refiero a todas las personas que luchan desde
cualquier espacio para acabar con esta realidad que actualmente estamos
viviendo: en movimientos sociales, partidos de izquierdas, sindicatos etc…
Los fiscalizadores de
la izquierda son los individuos que se dedican a controlar, criticar y
denunciar las acciones u obras de otros.
La fiscalidad de la
izquierda es un vínculo político que relaciona a un individuo con la izquierda. Es una relación de
naturaleza personal en cuanto se adquiere y se mantiene con independencia de la
permanencia en el terreno donde esa persona haya luchado (se permiten incluso
no haber luchado nunca) y tal figura de fiscalizador de la izquierda es
atribuible por los propios fiscales soberanos e intelectuales de dicho gremio.
De todo ello se sigue
que se pertenece al consejo general de fiscalizadores de la izquierda porque se
es obrero en el intelecto y por lo
tanto pertenecientes a una comunidad
desorganizada y que grita mucho.
El hecho de ser
fiscalizador de la izquierda influye en la capacidad del sujeto según sus
normas y reglas de obtener derechos y
deberes más allá de lo que decidan los sectores organizados de forma unitaria.
Ejemplo:
- Trabajador:
¿Qué tal fiscalizador de la izquierda? No
te he visto de piquete en la Huelga General.
- Fiscalizador
de la izquierda: ¿No te has enterado
trabajador?
- Trabajador:
No, no me he enterado. ¿De qué?
- Fiscalizador
de la izquierda: Pues no entiendo
nada, mira que lo dije por el Facebook bien clarito. No he podido asistir a la
huelga convocada por los trabajadores porque tenía una comisión de fiscalizadores de obreros. Ya
te pasaremos las conclusiones.
Ser fiscalizador de la izquierda puede adquirirse
por varios motivos:
A)
Por su lugar de actuación:
Deben actuar fundamentalmente en varios espacios:
- Desde las
redes sociales, más bien desde sus
casas con una taza de té caliente
sentados en su escritorio al volver del trabajo.
- Desde
grandes y espectaculares tertulias en TV o cafés situados en algún casco
histórico.
B)
Por su origen:
En un momento de su vida formaron parte de una organización política
de izquierdas, sus discrepancias con las decisiones de la mayoría les obligan a
no participar. A partir de aquí las organizaciones políticas de izquierdas se
minimizan para ellos como espacios antidemocráticos donde no pueden realizar su
actividad política. A partir de este momento, tan democrático, el fiscalizador
de la izquierda se autodesigna como mártir de alguna dirección política o
alguna asamblea:
Ejemplo:
- Militante:
Fiscalizador de la izquierda debemos de
canalizar la fuerza y la unidad. Necesitamos que vuelvas para aglutinar fuerzas.
- Fiscalizador
de la izquierda: Yo ya estuve allí,
no puedo participar de una organización anti-democrática que se doblega a lo
que dice la dirección política.
- Militante:
Señor fiscalizador aquella decisión la
tomamos entre todas y todos.
- Fiscalizador
de la izquierda: No, estás
manipulando la situación. Yo la voté en contra.
C)
Por su raza:
El fiscalizador de la
izquierda adquiere un estado de raza pura. El fiscalizador de la izquierda es
fuerte ideológicamente y plasma cualquier cita o libro que lee a la realidad
concreta sin medir la correlación de fuerzas actual ni el momento histórico. Si
observa en alguien algo que se separa de lo estrictamente teórico lo tacha de
amarillo o directamente de traidor.
Ejemplo:
- Vecino: Señor fiscalizador
hemos tenido una asamblea en la asociación de vecinos. Hemos acordado unirnos
al Barrio-Norte de la ciudad para presionar al Ayuntamiento para que nos
arreglen el parque infantil.
- Fiscalizador de la izquierda: ¿Cómo?
¿Con el Barrio-Norte? ¿Cómo se os ocurre?
- Vecino: Hemos pensado que de
esa manera ejerceremos más presión al Ayuntamiento y conseguiremos el objetivo.
-Fiscalizador de la izquierda: No
lo entiendo, el barrio Norte es una zona burguesa, pactaron con el gobierno
local renegar del carril bici por la sede social.
-
Vecino: Si, pero nos
garantiza el objetivo.
- Fiscalizador de la izquierda: Lenin
decía que “todo lo que sea rebajar la ideología socialista, todo lo que sea
separarse de ella significa fortalecer la ideología burguesa”.
- Vecino: Si, pero nos van
hacer el parque infantil, esa conquista nos llevará a otra.
- Fiscalizador de la izquierda:
El fin no justifica los medios. Traidores.
D)
Por su falta de intervención política:
El fiscalizador de la
izquierda sólo controla, manifiesta públicamente bonitos discursos(a veces de
tan sólo 140 caracteres) sin intervenir en la realidad. Para el fiscalizador de
la izquierda cualquier espacio de intervención no le es válido. Siempre se
excusan detrás de la unidad.
Ejemplo:
“Yo no pienso intervenir hasta que la
izquierda esté totalmente unida”.
E)
Por su falta de percepción histórica:
El fiscalizador de la
izquierda tiene la capacidad de establecer la pureza poniendo como referencia
fechas históricas significativas obviando todo lo acontecido anteriormente.
Para el fiscalizador todo viene caído del cielo o/a espera de que nazca un
líder que implante una medida determinada. Nunca analiza las fechas
significativas como procesos de acumulación y de construcción desarrollados
históricamente.
Ejemplo:
“Yo no intervengo porque la izquierda en
España no es capaz de unirse. Mirad en Venezuela, llegó Chávez y cambió la
constitución”.
F)
Por falta de contradicciones:
El fiscalizador de
izquierdas nunca tiene contradicciones, su análisis son exactos en lo táctico y
en lo estratégico. Si el militante de calle o activista social tiene algún tipo
de contradicción es que no supo interpretar de alguna manera el ¿Qué hacer? de
Lenin.
G)
Por su falta de necesidad de construir alianzas:
Para un fiscalizador de
la izquierda no existen alianzas, el fiscalizador obvia las diferencias entre
grupos, colectivos o partidos políticos que ostenten estrategias diferentes o
movimientos tácticos distintos. Si reafirman la capacidad de alianzas
manifiestan el derecho a la diferencia y eso les hace romper con su pureza
proletaria.
Para estos la fiscalidad es un estado que se gana, que se conquista a
través de la raza, de la pureza ideológica.
Al final estos personajes
suelen fiscalizar y además permitirse el lujo de ostentar un minuto de gloria
al acabar una reflexión docente en la que en un periodo de cinco minutos dejan
por los suelos el trabajo realizado por otras personas a lo largo de su vida
luchando contra la injusticia.
Yo prefiero ser de los
que se equivocan, de los que tenemos contradicciones, del grupo que introduce
los pies en el barro, los que se manchan, la gente del día a día. Los que no
tienen máscaras y se dejan el tiempo e incluso la vida en buscar salidas
colectivas a las situaciones de injusticia.
En definitiva, prefiero ser de los
que no me enfado porque Raúl Castro salude a Obama en el entierro de Madiba,
si algo está claro después de tantos siglos de lucha es que lo cortés nunca
quita lo valiente.
“Procurad,
sin embargo, los que vais para políticos, que vuestra máscara, sea, en lo
posible, obra vuestra, hacéosla vosotros mismos, para evitar que os la pongan-
que os la impongan-vuestros enemigos o vuestros correligionarios; y no la
hagáis tan rígida, tan imporosa e impermeable que os sofoque el rostro, porque
más tarde o más temprano, hay que dar la cara”. (Antonio Machado).